Liderar un gobierno local, es como ser pilotos de la nave por 3.5 años,el tiempo va corriendo en forma regresiva. Por tanto para cumplir las promesas, metas y objetivos es de suma importancia arrancar con la actualización de un plan de desarrollo concertado. Sin embargo hoy puedo decir, en calidad de primer regidor de la Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión, existe poca voluntad interna de grupos humanos atrincherados en sus posiciones laborales importantes. La Burocracia, teoría administrativa implementada por la cultura inglesa, con la finalidad de conseguir resultados técnicamente verificados. En nuestra cultura la burocracia se ha convertido en una herramienta perfecta para la deficiencia laboral y para la venganza política. El trabajo no planificado, sino fruto de la improvisación o de lo que el caudillo decida hacer.
Todo esto hace que los trabajos y proyectos que a la actualidad se va desarrollando sean de lo que la gestión anterior, pero pocos proyectos que de forma corporativa se vayan generando como emblemáticos. Esto hace que se genere climas de sospechas y círculos cerrados donde los procesos de licitaciones sean tendenciosas. No existe ni la mínima voluntad de luchar contra la delicuencia y el crimen organizado, me refiero a la corrupción que lamentablemente se encuentra legalmente institucionalizada desde el gobierno central hasta la última municipalidad del Perú. Me refiero concretamente al diezmo que las empresas constructoras locales tienen que depositar a las arcas de los grupos diseñados para recibirlo sin dejar pruebas o huellas.
Por tanto mi conclusión es que mientras se trabaje sin un horizonte definido, es una oportunidad privilegiada para los piratas, que asaltaban a los barcos que llevaban el oro del Perú; ahora es a la plata que viene por el oro de nuestro Perú profundo.
Por. Antonio Campos Castillo
Todo esto hace que los trabajos y proyectos que a la actualidad se va desarrollando sean de lo que la gestión anterior, pero pocos proyectos que de forma corporativa se vayan generando como emblemáticos. Esto hace que se genere climas de sospechas y círculos cerrados donde los procesos de licitaciones sean tendenciosas. No existe ni la mínima voluntad de luchar contra la delicuencia y el crimen organizado, me refiero a la corrupción que lamentablemente se encuentra legalmente institucionalizada desde el gobierno central hasta la última municipalidad del Perú. Me refiero concretamente al diezmo que las empresas constructoras locales tienen que depositar a las arcas de los grupos diseñados para recibirlo sin dejar pruebas o huellas.
Por tanto mi conclusión es que mientras se trabaje sin un horizonte definido, es una oportunidad privilegiada para los piratas, que asaltaban a los barcos que llevaban el oro del Perú; ahora es a la plata que viene por el oro de nuestro Perú profundo.
Por. Antonio Campos Castillo
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