Este día debemos felicitar a todos los maestros, especialmente a aquellos que han hecho la diferencia en nuestras vidas. Ser maestro es destino, pero también camino. Ser maestro es reto, pero también encuentro. Es una tarea loable que consume mucha energía de los que deciden realmente involucrarse, pero que también produce muchas satisfacciones y frutos. Los verdaderos maestros saben que la calidad de la convivencia en la sociedad también depende de ellos.
En estos años difíciles, el llevar a la práctica la vocación de ser maestro resulta un reto gigantesco. Las escuelas públicas e institutos nacionales en general no cuentan con la infraestructura necesaria para atender adecuadamente a sus alumnos, pero nada es imposible para el maestro, sus desafíos muchas veces han traspasado fronteras, exponiendo sus vidas con tal de conseguir sus objetivos.
¡Felicidades, queridos maestros! Muchos recordamos con cariño a aquellos que nos dieron todo lo que tenían, no sólo de conocimiento y sabiduría, sino que de cariño y acompañamiento
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