DOS AMIGOS EN ESTADO DE EBRIEDAD CAEN A BARRANCO EN HUAMACHUCO

Otras versiones indican que habrían estado robando en cementerio y por huir al ser descubiertos se cayeron al barranco por la oscuridad de la noche. 

Dos amigos vieron de cerca la muerte al caer a un barranco de aproximadamente 50 metros, ubicado a espaldas del cementerio San Agustín, en esta localidad de Huamachuco. El hecho ocurrió ayer en horas  de la madrugada, de hoy. 

Pobladores que estaban cerca al lugar se percataron del suceso, llamando de inmediato a Serenazgo, quienes acudieron al auxilio y luego de varias horas lograron rescatar a los amigos llevándoles hacia el hospital Leoncio Prado. 

Los amigos fueron identificados como, Wilder Altamirano Torres (21) y Ebert Vargas Niquín (26), quienes son estudiantes de una universidad con sede en Huamachuco.   Ebert Vargas, contó que habían estado tomando en el cuarto que alquila junto con otros amigos, casi a las 2 de la madrugada se armó la pelea con uno de sus compañeros por haber destruido su computadora al ver que todos se arremetieron contra ellos salieron corriendo del lugar y se dirigieron por la Av. Garcilazo de Vega, cerca al cementerio, pensando que ya se habían librado de ser golpeados. 

 

Según el relato de la víctima, al encontrarlos las personas que estaban bebiendo con ellos,  pese a su estado de ebriedad, corrieron sin darse cuenta y por la oscuridad  de la noche cayeron hacia el barranco. Comenzaron a gritar logrando ser escuchados y sacados. 

El médico, Miguel Casanova Velarde indicó que sus estados son delicados, Wilder Altamirano había sido evacuado oportunamente por sus lesiones en las piernas y brazos, pero Ebert Vargas, aun no era evacuado hasta el cierre de esta nota, pese que él tenía las lesiones más graves, por fractura en la Mandíbula, en el brazo izquierdo, así con ruptura de la pierna izquierda debido a que no tenían los recursos suficientes para evacuarlo a Trujillo. 

OTRA VERSIÓN

Otras versiones brindadas por dirigentes vecinales, ambos amigos, habrían estado libando licor en el cementerio, San Agustín y posteriormente empezaron a profanar  las tumbas y al ser encontrados infraganti, trataron de huir del lugar por la parte posterior del cementerio cayendo al barranco.