Por: Dionisio Mantilla León
Toda ciudad en el mundo cuenta
con un espacio arquitectónico especie de cofre del pasado que es tratado con
mucho respeto por la población por ser el embrión de su fundación, estar ligado
a su historia, e incluso, constituir el sello de su identidad. Este espacio es
el Centro Histórico y junto a él suelen levantarse modernas urbanizaciones
conformando otros espacios citadinos.
Ahora bien, como es conocido,
Huamachuco, como ciudad hispana, fue fundado el 15 de agosto de 1553.
Poseyendo, 459 años de antigüedad, un período de existencia colmado de
brillantes gestas históricas que son motivo de orgullo para los huamachuquinos
y admiración para los turistas nacionales y extranjeros. De este período quedan
aún valiosas evidencias y monumentos históricos mudos testigos de escenas de
heroísmo, creatividad y coraje del pueblo constituyendo joyas que merecen ser
valoradas y conservadas, joyas que giran en torno a un eje: su Plaza de Armas y
que, en conjunto, forman un inmenso joyero: el Centro Histórico.
Hasta la saciedad hemos relievado
la existencia en él de valiosos y hermosos monumentos ligados con nuestra
historia y cultura, entre ellos la misma plaza de armas con su hermosa pileta,
la Torre del Campanario, la Ermita de San José, sus hermosas casonas virreinales
y republicanas, el Palacio Municipal y el reloj que se luce sobre dicho
Palacio, el Teatro Municipal y, junto al puente sobre el Rio Grande, la Casa de
Arcos. Un Centro Histórico con un matiz arquitectónico verdaderamente hermoso
cuyas casonas antiguas de anchas paredes, balcones de madera, empedrados patios
llenos del verdor de sus hortensias y sus techos cubiertos de rojos tejados de
modelo y tamaño antiguo, símbolo de la habilidad y buen gusto de nuestros
antiguos constructores formando todo un bello conjunto armonioso y
peculiarmente huamachuquino. De todas ellas destacan la casona ubicada en la
intersección de los jirones San Román y Castilla, y, la casona del Ing. Rebaza
hoy utilizada como Hotel. A ellas se añaden otras en diferentes calles de la ciudad.
Lamentablemente, este bello
conjunto con sabor histórico se ve afectado por la presencia de edificaciones
modernas que rompen la armonía arquitectónica- con la solitaria excepción de la
catedral- con edificaciones de material noble con un diseño de mal gusto y
antiestético llevándose el primer puesto a la huachafería y la ambición el
edificio de varios pisos ubicado en la intersección de los jirones Sánchez
Carrión y Balta, edificación que suponemos ha sido construido con el aval de
autoridades ediles irresponsables sin un ápice de cultura y de amor a
Huamachuco. A esto se añaden otros errores que deterioran la estética de
nuestra Plaza de Armas como son: el pésimo estado del pavimento, el descuidado
cerco de cipreses, los anti estéticos y mal ubicados árboles, el mal estado de
las bancas y malecones, sus farolas con luces mortecinas. Todo ello conformando
un panorama no tan halagüeño y que requiere urgente arreglo y remodelación.
Un arreglo y remodelación que
fuera sugeridos hace 3 meses por el autor de este comentario al Alcalde Luis
Rebaza Chávez quien nos dijera que lo tendría en cuenta y que dicha remodelación se estaría
proyectando para el próximo año, oferta que confiamos se haga realidad toda vez
que nuestra Plaza de Armas constituye nuestra mejor carta de presentación y la
sala de recibo para nuestros turistas y paisanos. A esta indeseada realidad del
Centro Histórico se agrega el mal estado de las fachadas de varias viviendas en
otras calles que por irresponsabilidad de sus ocupantes lucen despintadas e,
incluso, con pintas electorales de campañas electorales pasadas, y también,
algunas paredes caídas.
Preguntamos ¿El Centro Histórico
se rige por alguna ordenanza, cuenta con una norma y en la misma municipalidad
existe una oficina encargada de su protección como existe en Trujillo y otras
ciudades del país? Algo más, ¿Dicho Centro Histórico cuenta con una
delimitación definida? Si no existen es hora de corregir estas omisiones y si
se tiene sería bueno que se difundiera, pero sobre todo, se lleve a la
práctica.
Por lo demás, cuan reconfortante
resulta escuchar a turistas y paisanos que visitan Huamachuco después de mucho
tiempo: “¡Qué bonita esta la ciudad!”.Sin embargo, a esta afirmación acotamos
enfáticamente: “Es verdad, pero podría estar mejor si es que hubiese un mayor
interés por arreglarla y cuidarla”. No olvidemos que la ciudad de Huamachuco es un atractivo
turístico de primer orden digna de ser promovida no sólo a nivel regional, sino
nacional e internacional, pero comencemos a arreglarla pues.
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