Fuente: La República. Tres integrantes de una humilde familia que se ganaban la vida extrayendo mineral de manera ilegal murieron asfixiados y completamente sepultados al producirse un derrumbe. Esta desgracia ocurrió en el sector conocido como Cerro El Toro del caserío de Shiramarca, en el distrito de Huamachuco, provincia de Sánchez Carrión. De acuerdo a las investigaciones, el dueño de la mina, Nicolás Pizán, ocultaba el hecho desde el último miércoles, no habiendo reportado absolutamente nada a sus familiares para evitar el escándalo, en vista de que no es la primera vez que ocurre un suceso de esta naturaleza.
Los muertos fueron identificados como José Vargas Vera (53) y sus hijos Yosber Vargas Alvarado (18) y Jhonny Vargas Calderón (20), quienes ganaban entre 20 a 30 soles diarios arriesgando su existencia en el Cerro El Toro, donde en los últimos siete años han muerto un total de 50 personas. Se supo que padre e hijos quedaron sepultados debido a que las paredes del socavón donde extraían el mineral se derrumbaron debido a las fuertes lluvias que se registran.
Según periodistas de la zona, los familiares de las víctimas prefieren no hablar mucho con la prensa, puesto que el propietario de la zona de exploración mineral, donde ocurrió la tragedia, los amenazó con no brindarles ningún tipo de ayuda económica si es que empezaban reclamar algún abuso laboral de su parte.
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