Por
Jorge Rodríguez/Julia Góngora
Evocadora
ciudad andina rinde colorido homenaje a su santo patrono durante el mes de
julio. Santiago de Chuco es conocida también por ser la cuna de nuestro vate
universal César Vallejo.
Santiago Apostol patrón de Santiago de Chuco |
Cuenta la
historia que en el transcurso del año 1553, y tras la férrea resistencia de los
indomables “chucos”, el capitán español
Diego La Serna y un conjunto de personas notables, fundaron un pueblo enclavado
a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, allí donde los andes parecen
tocar con suavidad el cielo azul serrano.
Dicen también
que observando su inmensidad, el
privilegiado grupo, estimulado por el
sacerdote Francisco de Asís Centurión, bautizó al lugar como Santiago,
uno de los venerados apóstoles de
Jesucristo. Indeclinable propulsor del evangelio y mártir del cristianismo,
Santiago, el mayor, se convirtió desde entonces en santo patrono de esta
acogedora ciudad andina.
Cada 25 de
julio Santiago de Chuco rinde entonces homenaje a su celestial protector
conocido como “shanti”, a quien también llaman “viejito lindo” o ”barboncito”,
demostración indubitable del cariño que le profesan los devotos.
La fe reinante
se manifiesta con multitudinarias procesiones y cálidas celebraciones
eucarísticas. Después la religiosidad se mezcla con la tradición popular
mediante danzas llenas de color y alegría, desfiles típicos y verbenas.
El arte
popular en toda su expresión creativa se hace presente con las “mojigangas”. Se
trata de textos breves en verso pero de carácter cómico musical. Frases burlescas
que entonan los santiaguinos para ponerle el toque pintoresco a los momentos plenos de emotividad.
Aprovechando la festividad, también es realzada la
trayectoria de hombres célebres de esta tierra, como Luis De La Puente Uceda, Eladio Ruiz Cerna, Valdemar
Trujillo Flores y, claro, nuestro inconfundible vate universal don César
Abraham Vallejo Mendoza.
Es notable como César Vallejo ha dejado su impronta
en cada rincón de Santiago de Chuco. Aquí está la casa de sus
padres con el mentado capulí, lugar donde vivió y escribió sus primeros
poemas, fruto de la inspiración ante los bellos paisajes serranos. Más
adelante, el autor de Los Heraldos Negros evocaría con nostalgia los momentos
de su apacible infancia en obras literarias que constituyen una imborrable
herencia cultural.
Esta preciosa
ciudad andina tiene todavía mucho más que brindar a los visitantes. Allí están
el reflejo radiante de las típicas paredes blancas y el cariño natural de la gente andina, que se
complementan con sus evocadores, mitos, coplas, leyendas y danzas. Todo ello
convierte a Santiago De Chuco en la
capital del folklore en el norte del Perú.
Ubicada a solo
cinco horas de Trujillo por vía terrestre, Santiago de Chuco es una alternativa
inigualable para empaparse de la poderosa riqueza telúrica de nuestro Perú
profundo.
En
determinadas temporadas la carretera de penetración a la sierra puede presentar
pequeños problemas, pero si el turista encomienda su viaje al bendito apóstol
Santiago no sentirá complicación alguna y disfrutará de la tierra de César
Vallejo.
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