jueves, 2 de abril de 2009

Crisis: Nueva economía

Los países del G-20 podrán poner todas las alternativas que quieran: salvatajes, subenvenciones, planes de rescates a los bancos y grandes empresas como un camino rápido de reactivación a las economías de los países; siendo éste el único camino a corto plazo. Pero, si no se plantean profundas y verdaderas reformas tributarias a las políticas económicas a los sistemas especulativos del capitalismo, lo único que harán es dorar la píldora por corto tiempo. Se necesitan cambios estructurales en la redistribución de la riqueza para erradicar el hambre y la exclusión. La economía tiene mirar a la persona. Caso contrario, en pocos años colapsará nuevamente el sistema y con consecuencias más funestas, porque la gran base que es el pueblo contribuyente explosionará.
Miles de millones de seres humanos no pueden seguir siendo asfixiados por el sistema injusto de la tributación. Tiene que regularse la responsabilidad social de un justo desarrollo social y del respeto por el medio ambiente. Por ejemplo los sistemas injustos de la empresas mineras que no pagan los impuestos mensuales; las empresas de servicios como teléfonos y luz que facturan sin control alguno y cobran lo que ellos quieren. Si los Gobiernos están haciendo salvataje a los bancos es hora de crear política de control y vigilancia por parte de la ciudadanía exigiendo transparencia a la administración de los bancos.
Es absurdo que existan pequeños grupos de personas tengan la riqueza acumulada a costa de millones de niños que se mueren de hambre y de analfabetismo. (por ejemplo: que las dos personas más ricas del mundo tengan el doble de la economía o PBI del Perú y por 10 veces de muchos países africanos). Los famosos TLCs solo tienen sentido, cuando se importa la misma cantidad que se exporta. Los Incas con los Mayas, ya hicieron y sostuvieron por muchos años en la práctica los famosos TLCs, pero bajo un sistema de el intercambio o trueque, alo que hoy diríamos una economía de beneficio al 50%. Para comprenderlos mejor ellos vendía 10 toneladas de papá y a cambio compraban 10 toneladas de maíz. Eso es la práctica de una economía justa.

Una economía solidaria es tan sencilla de aplicarla y entenderla: cuando una persona presta dinero a otra para salvarla del momento crítico, sin asficciarlas con intereses. En cambio el Banco Mundial presta mucho dinero para los programas social de los gobiernos de los países del tercer mundo como despectivamente lo llaman pero no lo perdonán ni un céntimo de intereses, por el contrario se convierte cadena de esclavitud y dependencia mediante la deunda externa.