jueves, 11 de octubre de 2012

DISIDENTES AMENAZAN DE MUERTE A DIRIGENTE DEL SUTEP POR HUELGA



Decano de Profesores sospecha del Conare y gerente de la Grell saluda reinicio de las clases.

Luis Espinoza Tarazona
Con la voz serena, pero resignado a pagar el precio de haber aceptado levantar la huelga nacional indefinida del Magisterio, el secretario regional del Sindicato Unificado de Trabajadores por la Educación del Perú (Sutep) La Libertad, Luis Espinoza Tarazona, reveló ayer a La Industria que viene recibiendo amenazas de muerte a través de llamadas telefónicas realizadas a su teléfono móvil y no descartó que éstas provengan de maestros disidentes del Conare, quienes lo tildan de “traidor”.

“Estas comunicaciones son hechas desde teléfonos públicos y me dicen: ‘cuida tu vida porque los maestros estamos en contra de la decisión que has tomado’. Antes de eso, me insultan, mencionan a mi madre y piden explicaciones por mis actos. La primera vez que me llamaron fue la noche del viernes 5 (día en que se levantó la huelga) y se trató de un hombre. Luego, fueron dos mujeres calificándome de ‘traicionero’, pero yo no les tengo miedo”, aseveró en tono enfático.

Sin embargo, al ser consultado de quién o quiénes sospecha, Espinoza Tarazona dijo que aunque no puede afirmar que sus colegas maestros estén detrás de las amenazas, tampoco descartó que se trate de disidentes que simpatizan con la ideología del Conare-Sutep, quienes se muestran contrarios a la suspensión de la huelga.

Pide tranquilidad
El sindicalista dijo que no ha asentando denuncia alguna ante la Policía para no dar importancia a los autores de las llamadas anónimas, pero dijo que de ser necesario lo hará más adelante si es que dichas amenazas se tornan frecuentes. Por último, se solidarizó con su homólogo nacional, René Ramírez, a quien también intimidaron mediante comunicaciones telefónicas.

LA DANZA MÁS REPRESENTATIVA DE SANTIAGO DE CHUCO


Los Pallos de Santiago de Chuco

Sus protagonistas, traje típico y mensaje son muestras vivas del choque de una cultura ancestral y los conquistadores españoles.

–¡Jai, jai, jai!, ¡Jai, jai, jai! (y la tierra no deja de temblar).

Este rito se repite y una voz aguardentosa alienta a seguir pisando firme este suelo fértil, rodeado de extensas pampas de cebada. En un escenario de matices cálidos, con olor a chicharrón de cerdo y un cielo infinito, los pallos multicolores giran al son de la tinya (tambor de cuero) y el pinkillo (instrumento similar a la quena). Son seis los artistas con tul y mazo de madera. Seis personajes –todos varones que superan los 35 años– que invitan a su gente a bailar.

LA FIESTA DEL TAITA PANCHO, EL BAILE DE LOS NEGRITOS