jueves, 30 de julio de 2009

El País de los sueños y las ilusiones

Perú, es una palabra de muchas connotaciones emocionales, históricos, económicas , turísticas y políticas tanto para los nacionales como para los extranjeros. Posee una milenaria historia que sostine a la pluriculturalidad a la que ex-presidente Toledo denomina "país de todas la sangres..." (cholos - descendenties de los Incas, nativos de la selva, negros, blancos, chinos y mestizos). A este país le tocó gobernar al Presidente García por dos periodos, el primero llegó siendo la esperanza joven para su partido que por décadas luchó para llegar al poder, con el paso del tiempo llevó al país al borde el colapso. Para este segundo período volvió nuevamente haciendo soñar a miles de peruanos con sus locuaces discursos ofreciendo un cambio responsable, corrección de sus errores y un desarrollo sostenible.
Al llegar a su tercer año de gobierno nos damos cuenta que el Presidente volvió al poder y lo único que ha hecho es patear a sus principios políticos para acomodarlo a lo más facil de gobernar para la derecha oligàrquica, aplastando a todo el que piensa distinto, habla de sus errores pero no reconoce cuales, tiene a los medios de comunicación sometidos al poder, arremete contra los sindicatos y contra lo líderes sociales. Las cifras de reducción de la pobreza son irreales y contradictoria a la realidad. Ni hablar de la corrupción que se pasea por el Palacio, por el Congreso y por ende en cada uno de los estamentos de poder del país. El discurso de fiestas patrias 2009 ha sido solo buena noticia para sus partidarios. Dar plata directamente a las bases populares, es un verdadero tal como lo hizo en su primer gobierno.

Creo que su teoría del complot externo es una simple cortina de humo y una idea paranoica, es como si una familia echara la culpa del descontento de sus hijos a la influencia de los vecinos, sin sentarse a escucharles y solucionar los verdaderos problemas. Creo que el logro mas grande y significativo que ha conseguido es contar con una Iglesia católica representada en Ciprini que se arrodilla ante el poder, que defiende al poder y echa incienso a los autores de las muertes, sin importarle la justicia social y la vida de los pobres. Si Jesucristo hubiese actuado así de hecho que el cristinismo no existiera.

Sin embargo más allá de los acomodos políticos y religiosos en el Perú existen corazones verdaderamente patrióticos que creen en el desarrollo desde sus propias capacidades humanas, trabajo y un uso racional de sus recursos naturales. Existen miles de ciudadanos que sueñan y cultivan grandes ilusiones por un país mas justo y equitativo que busca el desarrollo respetando al medio ambiente.

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