sábado, 22 de octubre de 2011

¡QUE VIVA LA MARINERA!


Por: Dionicio Mantilla León

¡Comenzó la marinera! ¡Hora de poner los pañuelos al viento! !Hora del contorneo de caderas! ¡Del baile con punta y taco! ¡Hora de la jocundia, el salero, la coquetería y el galanteo! ¡Es hora de la marinera! Nuevamente la hidalga ciudad de Trujillo será escenario, en este y el próximo mes, de importantes certámenes de nuestro emblemático baile. En esta oportunidad la responsabilidad en la organización será de la Gerencia Regional de Educación de La Libertad (GRELL) que lidera como director el magister huamachuquino, Wíllard Augusto Loyola Quiroz.

Con el valioso aporte y amplia experiencia de un equipo de funcionarios de la GRLL, que encabeza la Prof. Nora Benot Romero, la entidad estatal estará desarrollando el 8 de noviembre, el I Festival Escolar de la Marinera a Nivel Nacional - Modalidad Coreografía, el mismo que reunirá a las delegaciones estudiantiles de todo el país. Previamente, el 21 de octubre se realizará el I Festival Regional de Trajes Típicos “Vistiendo lo nuestro con orgullo”. El 18 de noviembre tendrá lugar el I Festival Regional Magisterial de Marinera y, como es tradicional, el Festival Regional Escolar de Marinera _ Modalidad de Parejas, en su XXII edición. Como se aprecia hay marinera como para todos los gustos. Y eso que, tal como lo viene anunciando la flamante autoridad educativa regional, próximamente se estará organizando un Festival a nivel de padres de familia de las instituciones educativas.

De esta manera, nuestro emblemático baile cobrará nuevamente vigencia para júbilo de quienes amamos lo nuestro y nos enorgullecemos de nuestra riqueza cultural. Una riqueza cultural que fortalece nuestra identidad nacional y nos impulsa a enfrentar los problemas que afligen actualmente a nuestra patria. Un emblemático baile considerado como Patrimonio Cultural de la Nación al que recientemente se le ha instituido su día, el 7 de Octubre, con el propósito, de que se le valore en su verdadera dimensión y cuyo reconocimiento por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, está en vía de ser conseguido.

En el recuerdo quedan los años de su creación como baile nacional y su denominación como Marinera por el destacado periodista y escritor costumbrista de Sarín (Huamachuco), Abelardo Gamarra Rondo, el “Tunante”, autor de la letra de la primera canción de marinera, “La Concheperla” (en 1879), que fuera musicalizada e interpretada por primera por Rosa Mercedes Ayarza en ese entonces una verdadera niña prodigio en el arte de la música.

Oportuno es destacar que en Trujillo existe una institución, el Club Libertad, constituida por indiscutibles méritos en emblema de trujillanismo, cuyos directivos con mucho empeño y cariño han venido fomentando activamente, la práctica de nuestro baile referencial costeño poniendo muy en alto su valor y calidad como elemento de identidad nacional, a través de la exitosa organización, desde hace muchos años, en el mes de enero, de los Festivales Nacionales de Marinera. A esta encomiable tarea se añade, asimismo, una amplia promoción y organización de nuestro baile en diversos países de América y Europa, lugares en donde ha creado filiales de su institución cuya misión principal es la promoción y organización de eventos de marinera. Una meritoria acción que muy poco es reconocida por las autoridades trujillanas las mismas que lamentablemente en una ocasión pretendieran poner en tela de juicio la propiedad de su local institucional y hasta hubieron algunos que pretendieron arrebatarle la opción de continuar organizando los eventos nacionales de marinera, innoble acción que felizmente no tuviera éxito.

En esta ocasión, la Gerencia Regional de Educación de La Libertad, (GRLL) en cumplimiento del rol rector del quehacer educativo que le compete en nuestro ámbito, llevará adelante los interesantes certámenes de marinera teniendo como objetivos el fortalecimiento de nuestra identidad nacional, el cultivo de valores y la integración estudiantil y magisterial a nivel regional y nacional, objetivos que estamos seguros habrán de ser alcanzados a plenitud y al que todos debemos contribuir. ¡Que viva la marinera!

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