Una de cada tres personas a nivel
mundial no tiene acceso a instalaciones sanitarias adecuadas, anotó Catarina
Albuquerque, relatora especial de ese organismo.
Cada día mueren 7.500 personas
por falta de acceso a sistemas de saneamiento básico, denunció hoy la relatora
especial de la ONU sobre el derecho al agua potable y al saneamiento, Catarina
Albuquerque.
Con motivo del Día Mundial del
Inodoro, que se celebra el próximo lunes, la experta de la ONU indicó que una
de cada tres personas no tiene acceso a instalaciones sanitarias adecuadas, un
servicio básico que evidencia, más que ningún otro, las desigualdades.
De los que mueren por causas
relacionadas a esa situación, "5.000 son menores de 5 años", dijo
Alburquerque, quien reveló también que cada año se pierden 272 millones de días
de escuela por enfermedades causadas por la contaminación del agua y la falta
de retretes e instalaciones para la higiene personal.
La mejora en el acceso al
saneamiento básico es el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) que menos ha
avanzado, lo que significa que esta meta "obviamente no se cumplirá en
2015", como estaba previsto.
"Uno de los retos más
críticos es el elevado número de personas que todavía defecan al aire libre y
que son más de mil millones en el mundo", lamentó.
Según Albuquerque, el acceso a un
inodoro es "esencial para el bienestar y los derechos de cualquier ser
humano", ya que no solo asegura el derecho al saneamiento, sino que
también permite el disfrute de otros derechos humanos, como el derecho a la
salud, a la educación, al trabajo y a una vida digna.
"La falta de saneamiento
mantiene a todas las personas que carecen de él enfermas, fuera de la escuela y
del trabajo y las convierte en víctimas de la violencia cuando buscan lugares
apartados en los que hacer sus necesidades", concluyó. (EFE).
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