La negligencia de los padres y la poca preocupación por su cuidado, tuvo mal final para tres hermanitas. Florinda, Nataly, Sofía Infantes Vilca del sector de Puente Piedra, quienes dentro de su inocencia tomaron un insecticida, que le provocó a una de ellas la muerte, y a las otras dos, ser llevadas al hospital de Leoncio Prado para recibir los primero auxilio, donde por la intervención inmediata de los galenos, les pudieron salvar la vida.
Según la información del personal del hospital que lo atendió, es que las menores estaban jugando en el campo, con botellas rescartables, las cuales las llenaban con agua y luego procedieron a tomarlas. Algunas de las botellas estaban con residuos de fungicidas, que utilizaron sus padres para curar las siembras en sus terrenos.
Las menores empezaron a sentir dolores estomacales insoportables y sus padres al percatarse las llevaron a la posta medica, donde fueron evacuadas hasta Huamachuco. Una en el acto dejo de existir y las otras pequeñas de 4 y 2 años lograron llegar con vida y salvarse, luego de lavado gástrico, que tuvieron que ser expuestas.
Averiguando sobre lo sucedido nos informaban algunos campesinos, que los fungicidas e insecticidas ahora lo venden en botellas descartables de gaseosa. Pero lo más absurdo es que los campesinos que lo utilizan no ven la gravedad del asunto y las votas en el campo, sin saber que es un peligro latente para niños que utilizan cualquier instrumento para jugar.
RECOMENDACIONESPara que estos hechos no se repitan, los padres que utilizan químicos para sus siembras en botellas, luego de manipular y terminar el contenido, el residuo debe ser destruido o de lo contrario incinerado.
Como padres, deben cumplir con sus obligaciones y una de ellas es, que sus hijos, puedan jugar en lugares seguros y con juegos seguros, sin poner en riego sus vidas.
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